Había luz o algo parecido a la luz

Descripción

María José Ferrada se ha hecho conocida como “autora de libros infantiles”, aunque la etiqueta no le hace mérito. Esta escritora se pasea en las diferentes edades de los textos con soltura, demostrando que las clasificaciones pueden ser muy útiles para las ferreterías o los deportes, pero no así para el arte; en su trabajo persiste un todo emancipador que captura la belleza de diferentes esferas, a distintos niveles, y nos habla a todos en un lenguaje comprensible cualquiera sea nuestra edad. La etiqueta, en el caso de Ferrada, sólo sirve para ponernos en la absurda necesidad de recordar que Kramp (2017), su primera novela “para adultos”, ganó el Premio a Mejor Novela que otorga el Círculo de Críticos de Arte el mismo año de su publicación. En este, su primer libro de poesía “adulta”, ilustrado además por el artista Rodrigo Marín, estamos ante un poema río que suena, porque destaca la musicalidad de la imagen, como una expresión simultánea de las melopeia y fanopeia de Pound. Hay una historia fragmentaria, desprovista de ficción, donde lo que importa es el canto de la voz, los lugares que se forman sobre el relieve del vacío; este libro es una riada llena de almas que toman la forma de momentos y cosas olvidadas, una comunión con los animales, los bosques y aquello salvaje que nos devuelve la humanidad.