Este libro es el fruto de una investigación sobre la problemática observada corrientemente en niños sordos entre uno y cinco años, los cuales se expresan y manifiestan a través de rasgos de impulsividad, que en sí no son más que la incapacidad del niño a expresarse con significantes lingüísticos apropiados.
Aporta una perspectiva habitualmente no considerada en la atención de estos pequeños acerca del reconocimiento de que muchos de los síntomas emocionales que ellos revelan no hablan más que del sufrimiento psíquico, al no encontrar la palabra mediadora (lengua de señas o lengua oral) que dé cuenta de su necesidad de expresión.
El enfoque desde la psicología y el psicoanálisis es el eje teórico y clínico de este estudio que se interesó por profundizar las diferencias entre niños sordos que incursionaron tempranamente en la lengua de señas y aquellos otros que fueron estimulados y abordados desde su más temprana edad exclusivamente con la metodología oral, analizando en cada caso cuáles fueron las dificultades reconocidas en los procesos de vinculación y subjetivación. El relato de varios casos ejemplifican lo expuesto desde el abordaje teórico.
Es un libro de suma utilidad para profesionales relacionados con el tema (psicólogos, psicopedagogos, fonoaudiólogos, psicomotristas, etc.). También para docentes y padres, ya que permitirá una mejor comprensión de los aspectos psíquicos de estos pequeños y favorecerá así una mejor integración educativa y social.